La creciente demanda de agua potable está provocando escasez de agua en todo el mundo. A medida que la población sigue creciendo y más personas migran a zonas urbanas, las empresas de agua se enfrentan a numerosos desafíos relacionados con sus operaciones de suministro y tratamiento de agua. La gestión local del agua no puede ignorarse, ya que las Naciones Unidas estiman que las ciudades representan el 12 % de todas las extracciones de agua dulce. [1] Además de la creciente demanda de agua, las empresas de agua tienen dificultades para cumplir con la nueva legislación sobre el uso del agua, las normas de tratamiento de aguas residuales y las medidas de sostenibilidad, a la vez que se enfrentan a infraestructuras obsoletas y fondos limitados.
Muchas industrias también son vulnerables a la escasez de agua. El agua se utiliza a menudo en los procesos de fabricación para refrigeración y limpieza, y las aguas residuales resultantes deben tratarse antes de poder reutilizarse o liberarse al medio ambiente. Algunos contaminantes son particularmente difíciles de eliminar, como las partículas finas de aceite, y pueden formar residuos que requieren un tratamiento especial. Los métodos de tratamiento de aguas residuales industriales deben ser rentables y capaces de tratar grandes volúmenes de aguas residuales a diferentes temperaturas y niveles de pH.
Lograr una filtración de alta eficiencia es fundamental para el desarrollo de la próxima generación de soluciones de tratamiento de agua. Las membranas de filtración avanzadas ofrecen un método de tratamiento altamente eficiente y de bajo consumo energético, y los fabricantes desarrollan continuamente nuevas tecnologías para satisfacer las necesidades de las instalaciones industriales y municipales y mantenerse a la vanguardia del cambiante entorno normativo para la conservación y reutilización del agua.
El cambio climático afecta el suministro y la calidad del agua. Las tormentas e inundaciones severas pueden dañar los suministros de agua, aumentando la propagación de contaminantes, y el aumento del nivel del mar puede provocar una mayor intrusión de agua salada. Una sequía prolongada está reduciendo el agua disponible, y varios estados del oeste, como Arizona, California y Nevada, están imponiendo restricciones de conservación debido a la escasez de agua en la cuenca del río Colorado.
La infraestructura de abastecimiento de agua también requiere importantes mejoras e inversiones. En su último estudio sobre la necesidad de cuencas hidrográficas limpias, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) determinó que se necesitarán 630 000 millones de dólares en los próximos 20 años para proporcionar suficiente agua limpia, y que el 55 % de esa financiación se destinará a infraestructura de aguas residuales. [2] Algunos de estos requisitos se derivan de las nuevas normas de tratamiento del agua, como la Ley de Agua Potable Segura y la legislación que establece los niveles máximos de sustancias químicas como el nitrógeno y el fósforo. Un proceso de filtración eficaz es fundamental para eliminar estos contaminantes y proporcionar una fuente de agua limpia y segura.
Las leyes sobre PFAS no solo afectan las normas de vertido de agua, sino que también afectan directamente a la tecnología de filtración. Debido a la gran durabilidad de los compuestos fluorados, se han convertido en un material común en algunas membranas, como el politetrafluoroetileno (PTFE). Los fabricantes de filtros de membrana deben desarrollar materiales alternativos que no contengan PTFE ni otros PFAS para cumplir con los nuevos requisitos regulatorios.
A medida que más empresas y gobiernos adoptan programas ESG más sólidos, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero se convierte en una prioridad absoluta. La generación de electricidad es una fuente importante de emisiones, y reducir el consumo energético general es una medida crucial para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible.
La Agencia de Protección Ambiental informa que las plantas de tratamiento de agua potable y aguas residuales suelen ser las mayores consumidoras de energía en los municipios, representando entre el 30 % y el 40 % del consumo total de energía. [3] Las organizaciones de recursos hídricos, como la Alianza Americana del Agua, incluyen empresas de servicios de agua comprometidas con la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector hídrico mediante estrategias de mitigación del cambio climático y la gestión sostenible del agua. Para los fabricantes de sistemas de filtración por membrana, la eficiencia energética es fundamental al utilizar cualquier tecnología nueva.
Podemos proporcionar una variedad de sensores para monitorear diferentes parámetros de la calidad del agua.
Esta sonda de sensor está hecha de material PTFE (teflón), que es resistente a la corrosión y se puede utilizar en agua de mar, acuicultura y aguas con alto pH y fuerte corrosión.
Hora de publicación: 09-oct-2024